La paradoja de la usura: los grandes bufetes de abogados giran el foco hacia las prácticas abusivas de los créditos bancarios cargando sobre el cliente intereses desproporcionados
Noticia de EXTRAConfidencial:
FERNANDO VEREA
Cuando noviembre transcurría ya por sus once días cumplidos, siendo Pedro Sánchez de aquellas presidente no electo, el Tribunal Supremo dictaminaba que el impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados de las hipotecas, unos 2.000 euros en cada caso, tendría que ser pagado por los propios particulares firmantes de los contratos, eximiendo de tal coste al sistema bancario español. Tras esta decisión, la prensa nacional lanzó sus soflamas contra los magistrados uniendo los intereses de la banca con los de los jueces españoles. Al día siguiente, el presidente Sánchez anunciaba un decreto que marca que las entidades financieras se harán cargo del AJD.
Fueron días en los que los despachos, bufetes y consultorías se llenaron de hipotecados a los que tanta incertidumbre les hacía temblar el bolsillo y sudar la frente. Días en los que los abogados se lucraban de un negocio que exprimían hasta la última gota, ayudados por la casualidad del destino que había puesto a tantas economías familiares en una tesitura inconfortablemente delicada. Arreglado el embrollo de las hipotecas había que buscar otro gancho que hiciera peregrinar a los infelices tributarios de nuevo hasta la Catedral de la conciliación financiera, esa que promete desatar el nudo gordiano de nuestros problemas pecuniarios. Y el Santo Grial de los letrados y juristas apareció en forma de los intereses abusivos que cobran las entidades bancarias por los créditos solicitados, bien sea a través de la tarjeta o bien a través de la concesión de préstamos, una práctica desmesurada que ya en su día denunció Extraconfidencial.com.
De las hipotecas a las tarjetas ´revolving´
La primera en salir a la palestra ha sido Arriaga Asociados que, además, se ha servido de una figura de reconocido prestigio internacional como el portero español campeón del Mundo, Iker Casillas. Una estrategia de marketing de las más clásicas: asegurar la calidad del producto vinculándolo a un afamado personaje que genera confianza. La compañía especializada en demandas contra bancos y administración ha sido para éstos un quebradero de cabeza durante los últimos años.
La cruzada de Jesús Ruiz De Arriaga contra los bancos comenzó en el año 2011 cuando ganó los primeros casos de preferentes en un momento histórico en el que la economía nacional e internacional hacía aguas y los clientes perdían la confianza -y los ahorros- depositados en las entidades bancarias. Ahora, ocho años después y tras haber agotado todas las posibilidades de negocio con el caso de los créditos con intereses abusivos, Arriaga vuelve a la carga con las tarjetas ´revolving´, o lo que es lo mismo, créditos al consumo para pequeñas cantidades cuyo tipo de interés es usurario porque es desproporcionadamente superior al valor del dinero solicitado. En este caso en particular, Arriaga Asociados ya representa a 800 personas y tal y como avanzó Extraconfidencial.com hace varias semanas, la escasa regulación a la que están sometidos estos créditos a plazo pueden provocar que estos tipos estén sujetos a TAEs de hasta el 4.000%.
Según el Supremo, por encima del 16,20% de interés ya es usura
La Ley sobre nulidad de los contratos de préstamos usurarios o Ley de Azcárate data de 1908, esto es 111 años atrás. El ordenamiento jurídico, aprobado por las Cortes y por Alfonso XIII, recoge en su artículo primero que “será nulo todo contrato de préstamo en que se estipule un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso o en condiciones tales que resulte aquél leonino, habiendo motivos para estimar que ha sido aceptado por el prestatario a causa de su situación angustiosa, de su inexperiencia o de lo limitado de sus facultades mentales”.
En 2015, el Tribunal Supremo concluía que todos aquellos préstamos que dupliquen el interés medio del mercado deben considerarse usurarios y, por lo tanto, nulos. Según los últimos datos del Banco de España, de febrero de 2019, el tipo medio era del 8,10% TAE, por lo que todo préstamo personal por encima del 16,20% según la doctrina del Tribunal Supremo, podría considerarse como usura. Arriaga alerta a sus clientes que una Tasa Anual Equivalente superior al 24% ya es desmesurada. Extraconfidencial.com ya alertó en su día que, en el caso de los microcréditos, estas tasas podían llegar fácilmente al 3.000% pagando proporcionalmente mucho dinero en poco tiempo, pero disimulándolo en que las cantidades son pequeñas.
La incongruencia: luchar contra prácticas abusivas cargando intereses abusivos al cliente
La oportunidad de negocio en la lucha que estas entidades desempeñan contra los bancos va moviendo su foco de atención de un lado a otro hasta situarse allí donde puede haber beneficio para el macrobufete.
Sin embargo, muchas veces, la usura que denuncian estos despachos puede tentar a los propios abogados que sienten la llamada crematística del dinero. Tanto es así que, en más de una ocasión, se han denunciado las prácticas de estos gabinetes en los que se cobran al cliente los intereses legales o las costas procesales de los procedimientos llevados a cabo.
Una práctica que muchos ya han considerado ilegal porque “la ley dice que las costas procesales son para el cliente, es censurable moralmente que el abogado cobre más por la reclamación de lo que va a cobrar el cliente. Esto puede ser legal hasta que alguien vaya al juzgado y se considere que es abusivo. No puede el abogado cobrar más que el cliente. Yo no lo haría, aunque puede ser un contrato que está dentro de la legalidad. Se observa más que es un negocio mucho antes que una prestación de servicio“, según declaraciones de un cliente a otro medio.
Hablamos de intereses legales del 50% del total recuperado a los que habría que sumarle las costas procesales. “Las tarifas son libres, es un mercado libre, cada despacho tiene libertad de establecer sus tarifas“, aclaran desde Arriaga.